Michael Roberts, economista británico, en entrevista para ElDiario.es se refirió a las causas de la inflación apuntando directamente a la desigual distribución de los ingresos, al destacar que los beneficios entregados a las empresas son los que contribuyen al aumento de los precios.
“Los beneficios (empresariales) han sido la principal contribución a los aumentos de precios, no los aumentos de salarios, en esta espiral inflacionaria. Entonces, los trabajadores no tienen que disculparse si piden un aumento salarial, ni preocuparse de que de alguna manera provocarán una espiral de precios. Esto es un mito y una propaganda que nos cuentan los empresarios y sus representantes.” es lo que afirmó el destacado economista británico y marxista Michael Roberts en el cuarto congreso “Trabajo, Economía y Sociedad” de la Fundación 1º de Mayo.
El economista señala que en los 70 se daba por hecho que se debían subir los salarios de los trabajadores con el IPC lo que se producía automáticamente (indexación), lo que fue abandonado en los 80 y 90, con las ideas neoliberales, por la idea de evitar un espiral de precios y salarios lo que obligó a los trabajadores a sufrir una fuerte pérdida de poder adquisitivo.
Roberts explica que, si bien en los 70 losa salarios representaban el 75% del PIB de los países OCDE, hoy en día es del 65%, pérdida que se ha ido en beneficios hacia las empresas, es decir, se han transferido los salarios a beneficios para los empresarios “lo que estamos viendo en la espiral inflacionaria actual se debe a que no hay indexación y a que la legislación es muy dura contra los trabajadores. Y también porque las organizaciones sindicales son mucho más débiles y es mucho más difícil para los trabajadores aumentar sus salarios para igualar los aumentos de precios. Estamos hablando de una caída del 6%, 7% u 8% en los ingresos reales en un año. Si solo estamos midiendo los salarios contra los precios, eso es una gran caída, que no se debería de dar. No va a ser compensado.”
De esta forma el destacado economista llama a destruir el mito de que aumentar los sueldos de los trabajadores genera presión inflacionaria y que, por el contrario, las negociaciones de los sindicatos deben apuntar a lograr mejoras salariales de los y las trabajadoras, sin miedo a la amenaza de que las huelgas provocaran la huida de las empresas a otros lugares pues no es tan fácil hacerlo “los sindicatos deben luchar no solo en el frente económico, también políticamente para garantizar que los gobiernos no permitan que las multinacionales simplemente saqueen la infraestructura y la tecnología y se la lleven a otra parte”.
“Karl Marx dijo una vez, todo niño sabe que si la gente deja de trabajar, entonces no se hace nada. Ese es el poder básico que tienen los trabajadores, porque los empleadores no tienen poder, en realidad, dependen completamente de su fuerza laboral para entregar lo que se requiere. Los empleadores usan lo que pueden usar para evitarlo y eso lo puede hacer más difícil, pero el poder básico que tienen los trabajadores de retirar su trabajo todavía está ahí. Pero no solo eso. También hay muchas otras formas en que los trabajadores pueden mejorar sus condiciones. Los sindicatos brindan un nivel de apoyo en seguridad, y también en horas y condiciones de trabajo. Una cosa es decir que te pagan mejor, pero si estoy trabajando en pésimas condiciones, si estoy trabajando por turnos o trabajando muchas horas, entonces las condiciones de trabajo no son seguras. Los sindicatos tiene el poder de organizarse contra eso también. Todas estas son áreas importantes en las que los sindicatos juegan un papel y tienen que jugar un papel cada vez mayor en el futuro. Entonces, podrías decir, bueno, eso no es nada nuevo. Lo que quiero decir es que hay nuevas áreas en las que vamos a ver ese desarrollo y los sindicatos tienen que estar familiarizados con la tecnología, deben ser inteligentes acerca de los nuevos desarrollos que están ocurriendo en las industrias para construir la organización que necesitan los trabajadores.”