Durante horas de la mañana Ariel Bravo, voluntario del Cuerpo de Bomberos de Talca, prestó una declaración voluntaria ante funcionarios de la PDI en el marco de una querella presentada por el capitán de carabineros, Alexis Zuñiga, contra el bombero por una serie de delitos a raíz del incidente ocurrido en noviembre pasado cuando los uniformados detuvieron al mismo voluntario por haber prestado ayuda a personas que escapaban de la fuerte represión policial que en el centro de Talca se desataba en el contexto de la revuelta popular.
Acompañado por el Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Talca, Enrique Espinoza, fue que durante ésta mañana el Tesorero y voluntario del Cuerpo de Bomberos de Talca prestó declaración ante la PDI en el marco de la investigación que el Ministerio Público sigue a causa de una querella presentada por el capitán de carabineros Alexis Zuñiga en contra del voluntario, al que imputa los delitos de atentado contra la autoridad, desordenes públicos entre otros.
En el lugar, en que también se hicieron presente otros voluntarios de bomberos, señaló ante medios locales el Superintendente Espinoza “No sabemos porque razón el señor capitán ahora persevera en generar este tipo de acciones contra Don Ariel Bravo.. Bomberos es una institución de paz, una institución solidaria, no tenemos nosotros ninguna aprehensión con ellos, lo que queremos es aclara esto”.
Lo anterior en referencia a un acuerdo en el cual se daba por superado entre Bomberos y carabineros el “incidente” que gatilló el repudio general a uno de los tantos hechos de abuso de la fuerza y represión que la policía militarizada aplicó contra los manifestantes durante la revuelta popular.
La represión policial a bomberos en noviembre de 2019, antecedente de la querella del capitán de carabineros.
Fue durante el 6 de noviembre, cerca de la noche, en que se registró el “incidente” en el cual la policía militar irrumpió en el cuartel de Bomberos de Talca persiguiendo a personas que se manifestaban en el marco de otra jornada de protesta popular y que pidieron ayuda a los voluntarios para disminuir los efectos nocivos que la gran cantidad de gas lacrimógeno lanzado por carabineros les estaba provocando.
Fue en ese momento que el voluntario de Bomberos, Ariel Bravo, hoy querellado, fue detenido por los uniformados. Él relataría así lo sucedido; “Carabineros entró al cuartel de la Primera Compañía y me apresó con insultos, con garabatos. Me metieron arriba de un bus. Arriba del bus me insultaron también, a puros garabatos, tratándome de ‘hueón de mierda’, ‘estos bomberos de mierda, amparando pillos, delincuentes que andan protestando”.
“Es la peor experiencia que he tenido en mi vida”, señaló Ariel Bravo, el que agregó que todo ocurrió cuando acogieron en el cuartel a personas que se encontraban en medio de manifestaciones afectados por los gases lacrimógenos: “Entre ellos una señora embarazada, una niñita llorando y como cinco chiquillos. Según ellos (carabineros) nosotros estábamos amparando a delincuentes, a pillos, y me sacaron dentro del cuartel, porque yo les dije que no podían entrar de esa manera”.
La situación, que dejó a otros dos Bomberos con lesiones, no pasaría a mayores luego de un acuerdo alcanzado entre los altos mandos de ambas instituciones que daría por superado lo sucedido y ponía fin a cualquier intención de presentar acciones legales, y que por ello causa tanta sorpresa ahora al ser un carabinero el que persiste en acciones criminales contra un miembro de bomberos.
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