La primera semana de febrero estaba marcada en el calendario de múltiples agrupaciones y pobladores que se movilizaron a consecuencia de los numerosos remates de derechos de agua que estaban fijados en cuencas ubicadas en Molina, San Clemente, Constitución, Colbún y Cauquenes en momentos en que la sequía golpea fuerte y la privatización del recurso es duramente cuestionada, lo que logró que por ahora sean suspendidos a la espera de estudios que aclaren la capacidad de los ríos.
Fueron las movilizaciones y protestas, de organizaciones y pobladores que pusieron en alerta sobre la situación, la que hizo presión para que parlamentarios, el ministro y el subsecretario de Obras Públicas acordaran suspender momentáneamente los remates fijados por la DGA .
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Si bien se detuvo por ahora la entrega de nuevos derechos de aguas a privados a través de remates, que solo son fijados cuando son más los solicitantes que la capacidad hídrica para entrega el recurso, ésta quedó a la espera de nuevos estudios y análisis para conocer la real capacidad de las cuenca pues ésta se estaba haciendo con pluviometría que data incluso de los 80, datos muy alejados al actual contexto, con crisis climática y saqueo del agua que en Chile se da gracias a la normativa que entrega el recurso a los privados.
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Fuente; El Centro