Luego de una accidentada mesa en que se reunieron tanto pescadores artesanales, representantes del sector industrial y el Gobierno, finalmente éste último señaló que no haría uso del veto presidencial y que promulgará la ley sobre extracción del molusco aprobada en el Congreso, lo cual fue catalogados por dirigentes de la pesca artesanal como un triunfo sobre la gran industria y también un triunfo por la sustentabilidad del recurso.
Junto con el Ministro de Economía José Ramón Valente, fue que los Dirigentes artesanales anunciaron que la Ley aprobada en el Congreso que regula la extracción del recurso jibia se promulgaría tal cual, y que el Gobierno daba pie atrás con sus intenciones de realizar un veto aditivo con el objeto de proteger intereses empresariales involucrados, ya que trascendidos señalan que no contaban con los votos suficientes en el Parlamento para aprobar dicho veto.
Así luego de intensas movilizaciones de los pescadores artesanales en distintos lugares del país, siendo los con mayor intensidad en el Bío Bío y Los Ríos (en el Maule también se registraron protestas), el sector artesanal se mostró satisfecho con la victoria por sobre el empresariado que buscaba que no se eliminara la perjudicial pesca de arrastre.
Pero para la pesca artesanal el tema no queda ahí ya que señalaron ésta es una de las batallas que aún deben ganar, como lo es el obtener la anulación de la ley de pesca, o ley Longueira, ley aprobada bajo intensa presión empresarial y que entregó los recursos del mar al gran empresariado.
fue así que el presidente del Consejo Nacional por la Defensa del Patrimonio Pesquero (Condepp), Hernán Cortés, no vaciló en señalar que lo logrado fue un “triunfo histórico” pero además hizo un llamado a la unidad para lograr mas avances por la recuperación de los recursos del mar, señaló; “Llamar a la unidad, quedan muchas batallas todavía, queda la Ley de Pesca, la plataforma social, hoy día felicitar a los trabajadores y compañeros que salieron a las calles peleando para que esta normativa saliera adelante sin ninguna variación”.
Por su parte los representantes del sector industrial abandonaron la mesa al ver que no serían satisfechos en sus demandas, en especial por la eliminación de la pesca de arrastre, y se negaron a seguir participando rechazando la denominada “plataforma social” que pretendía hacerse cargo de las perdidas de puestos de trabajo que según ese sector se producirán a raíz de la promulgación de la ley de la jibia.
