Luego de una maratónica junta en Santiago, se informó durante horas de la tarde a los trabajadores que se encontraban en “vigilia” que la planta Iansa en Linares cerrará definitivamente lo que significará la pérdida de mas de 4.000 fuentes laborales vinculadas a la actividad agroindustrial.
Entre los factores que esgrimieron desde la empresa para poner fin a su planta en Linares fue asegurar la continuidad de la empresa producto de la dificultad para competir con la importación del azúcar luego de que además el Gobierno de Sebastián Piñera bajara el arancel a la importación de azúcar refinada, hecho que condenó las posibilidades de continuidad de la planta en Linares.
Junto con “lamentar” los efectos que dicho cierre acarreará en la zona del Maule con más alta taza de cesantía a nivel nacional (sobre un 8%) culparon del cierre a la baja del precio internacional del producto y la disminución de hectáreas destinadas a la remolacha.