*Por Fernando Leal.
“La miseria seca el alma y los ojos además…” Rosalia de Castro.
Hoy recordé el testimonio de tantos y tantas, las lágrimas y la impotencia, el dolor profundo, ese que se graba a fuego en la piel y en el alma. Hoy recordé mis conversaciones con Myrna, con Lidia, con Verónica, con Manuel, con Victoria, con tantos que vivieron el horror de un Estado asesino, cruel y sin piedad que arrancó para siempre las vidas de sus seres queridos.
Hoy al escuchar al diputado Ignacio Urrutia volví a entender que este Chile está gravemente enfermo, cuando pese a todo lo ocurrido, seguimos teniendo autoridades y parlamentarios que justifican los horrores de una de las dictaduras más sangrientas de la que se tenga memoria.
Esos llamados terroristas por el diputado Urrutia son niños, mujeres embarazadas, hombres mayores, jóvenes, personas que tenían un sueño y que no andaban matando ni torturando.
Los verdaderos terroristas señor Urrutia están en los que quemaron vivos a jóvenes, en los que degollaron en la noche siniestra a los que luchaban por un país sin miedo, a los que tiraron al mar a chilenos, a los que secuestraron, torturaron y violaron, esos enajenados que usted admira son los terroristas de la patria.
Pero sabe señor Urrutia? Los familiares de las víctimas hace tiempo le ganaron a su odio y a lo que usted representa, decidieron ser felices y amar la vida a pesar de todo, cada sonrisa, cada amanecer tomados de la mano, cada día junto a los suyos, le han ganado a la miseria y cobardía que usted representa. Como decía la poetisa Rosalia de Castro, “la miseria seca el alma y los ojos además”, usted es un ejemplo de esa miseria nauseabunda, usted hace rato secó su alma y sus ojos.
* Fernando Leal; Abogado y Diplomado en Sistema Penitenciario y DDHH de la Universidad de Chile.