En entrevista para Diario La Prensa de Curicó, el Fiscal Carlos Gajardo, profundizó sobre las razones que motivaron la renuncia de él y de Pablo Norambuena a la Fiscalía luego de conocer la decisión del Ministerio Público de pactar una salida alternativa para el Senador UDI Iván Moreira, lo que para ellos abre una ventana de impunidad para otros involucrados en el financiamiento irregular de la política en los casos Penta y SQM, lo que a la larga “significan la inexistencia de reproche penal para dichas conductas”.
Fue en su paso por Curicó que dio la entrevista al diario de esa provincia, La Prensa, ahondando en las razones que lo llevaron a él y Norambuena a renunciar, siendo lo ocurrido en el caso de Iván Moreira la gota que terminó por rebalsar el base e hizo pues a su modo de ver las decisiones adoptadas por el Fiscal Nacional Jorge Abbott y el Fiscal de la causa, Manuela Guerra, chocan con sus convicciones éticas y profesionales.
A continuación parte de la entrevista realizada por La Prensa de Curicó;
¿Cuáles son sus sensaciones luego de haber tomado la decisión que ya se hizo pública?
“Tengo sentimientos encontrados, por una parte una sensación muy placentera por el trabajo efectuado, de mucha dignidad por lo que se ha hecho, porque si uno analiza lo que sucedió a partir de las investigaciones que iniciamos, han habido un montón de efectos que son muy positivos para el país, por ejemplo, en términos de recuperación de dinero. Las empresas que fueron descubiertas en estas conductas han debido pagar más de 30 mil millones de pesos. La evasión fiscal, que llevaba varios años subiendo, a partir del descubrimiento del caso Penta tuvo un descenso significativo de cinco puntos, lo que significa, miles de millones de pesos para el estado. Y además en probidad, se avanzó en términos bastante importantes, en lo que se denominó las propuestas de la comisión Engel. El gasto en campaña fue inferior al del año 2013 en más de un 30% y donde los aportes reservados disminuyeron hasta casi desaparecer, entonces son una serie de avances que ha habido en el país a partir del trabajo que nosotros hemos hecho que nos llena de orgullo, nos da mucha satisfacción. El segundo sentimiento es de mucha tristeza de mucha pena. Hemos trabajado para el Estado por más de 20 años, yo trabajé siete años en el Consejo de Defensa del Estado y ahora llevo 17 años en la fiscalía. Comencé precisamente mi trabajo en la fiscalía en Curicó, entonces para mí esta casa donde estamos es muy significativa, yo viví acá cuando era fiscal durante tres años, era soltero en ese tiempo, vivía con mis padres, mi padre estaba vivo en ese momento, y fueron años de mucho aprendizaje y de mucha felicidad. En el trabajo de la fiscalía conocí grandes amigos, conocí a mi esposa, tuve mis hijos, es mi vida la que ha transcurrido al lado de la fiscalía, por lo tanto dar el paso de renunciar es bastante doloroso”.
Hay toda una serie de avances, pero queda la sensación que respecto a su renuncia, lo que pasó más bien fue un retroceso.
“Como usted dice hay avances y retrocesos y uno lo que tiene que hacer al momento del balance es una raya para la suma. Yo hago esa raya para la suma respecto a nuestro trabajo, de lo que significó nuestro trabajo en la fiscalía y especialmente con este tipo de causas, y mi balance es extremadamente positivo. Quedo con la sensación que lo que se hizo valió la pena, por los motivos que te decía. Creo que este país avanzó mucho en términos de regular mejor las relaciones del dinero con la política, avanzó mucho en sincerar la manera en que se estaba financiando la política en nuestro país, y todo eso son avances innegables donde es muy difícil que pueda existir un retroceso. Hay también cosas negativas, como lo que nos parece está sucediendo, que es que se esté impidiendo que la justicia pueda hacer un reproche penal a estas conductas que a nosotros nos parecen extremadamente graves y que no debieran tener una solución como una suspensión condicional, que son soluciones para otro tipo de delitos, está pensada en el hurto del mechero, en un accidente de tránsito, etc.”.
Entendiendo que hay diferentes caminos en lo puntual ¿Cómo se puede entender que se esté llegando a esa situación?
“Acá lo que hay son decisiones de personas. Durante mucho tiempo esta investigación se ha llevado adelante y los fiscales que habían tenido antes la investigación, el fiscal Sabas Chahuán, no había accedido a soluciones de este tipo, por lo tanto lo que hay son decisiones que han tomado los responsables de las investigaciones, que a nosotros nos produce un divorcio importante con ella. En esa derrota interna que significa no poder convencer que nuestras posturas son las correctas, significa necesariamente dar un paso al costado”.
Usted hablaba de avances, pero también hay cosas pendientes en materia de la lucha contra la corrupción. Lo sigo en Redes Sociales, sobre todo en Twitter, donde comenta mucho eso.
“Comparándonos con otros países, estamos quedando muy atrás. Quienes tienen que hacer esos cambios son quizás los que podrían ser los más perjudicados. Es difícil que un legislador haga una ley que lo perjudique a él”.
¿Va por ahí el tema de estos cambios que no se producen y que nos dejan como país bastante a mal traer?
“Absolutamente, pero eso es un problema mundial. En todos los países, los que tienen que hacer las leyes, son también los encargados de poner sus propias restricciones. Chile está al debe en muchos temas en cuanto a una legislación. Uno de los casos es cómo se sanciona la corrupción. Si usted sobornara al Presidente de la República, para ponerlo en el caso más grosero, la pena en nuestro país parte en 61 días de cárcel que es la misma pena que tiene una persona que se roba un chocolate en un supermercado, que es la misma pena que tiene un sujeto que vende cd’s en la vía pública. Son penas ridículas, y esto no lo digo solo yo, lo ha dicho hace poco el Presidente electo, Sebastián Piñera. Hay una gran concordancia en que estos temas están muy mal en nuestro país y que deben ser modificados y yo tengo la esperanza que eso va a suceder en el corto o mediano plazo”.
Pensando a futuro, si a usted le ofrecieran un cargo en el Gobierno ¿lo aceptaría?
“Mire, hay gente que ha elucubrado con eso. Me gustaría que hubiera un poquito más de consideración, en cuanto a que, nosotros presentamos nuestra renuncia ayer (viernes) en un proceso que fue muy rápido. Fuimos informados de esta situación el viernes pasado, por lo que tuvimos una semana para reflexionar y presentar nuestra renuncia. Mi perspectiva era salir de vacaciones y no tenía ningún plan b, por lo tanto, no es algo que haya pensado, no es algo que me preocupe. En esto, recuerdo siempre las palabras de mi padre, que era muy católico, quien siempre decía “Dios proveerá”. No tengo inquietud en el futuro y honestamente no tengo nada pensado al respecto. Vamos a disfrutar tres semanas de vacaciones con la familia y las cosas se tienen que ir decantando. Hay que tomar decisiones, pero las iremos tomando con tranquilidad”.
¿Cuáles serían sus condiciones para regresar a la fiscalía, se imagina usted volviendo en algún momento?
“Si bien no descarto nada en el futuro, creo que también hay etapas que se cumplen y que uno las quema. Me gusta mucho una frase que dice no vuelvas al lugar donde fuiste feliz y yo en la fiscalía fui muy feliz. Creo que es una etapa cerrada”.