Un nuevo informe de la FAO entregó datos graves sobre el hambre en América Latina y el Caribe, afirmando que la subalimentación en ésta región del mundo afecta a 42.5 millones de personas, un aumento de 2.4 millones de personas en el periodo 2015 a 2016.
“El hambre está aumentado en América Latina y el Caribe por primera vez en la última generación. Esto es inaceptable y todos los latinoamericanos y caribeños deberíamos sentirnos personalmente ofendidos por este retroceso. No podemos dar un paso atrás, poniendo en riesgo la salud, el bienestar o incluso la vida de miles de personas”, dijo el Representante Regional de la (FAO), Julio Berdegué.
El nuevo conjunto de datos muestra que el hambre en 2013 afectaba a 39,1 millones de personas (6,3 por ciento de la población regional), subiendo a 40,1 millones en 2015 (6,3 por ciento) y alcanzando 42,5 millones en 2016, el 6,6 por ciento de la población regional.
A pesar de que el hambre en ésta zona del mundo es menor, comparado con otra regiones, todo indica que la situación se está agravando y que la meta de erradicar el hambre en 2030 no se va a cumplir.
Otro dato que entrega la FAO es que a nivel mundial son 815 millones las personas que sufren hambre, un aumento de alrededor de 35 millones de personas a 2016.
El informe también resalta que el sobrepeso es otro problema de la región, señalando que es una nueva epidemia. El sobrepeso de los niños menores de 5 años aumentó de 6,8 por ciento en 2005 a 7 por ciento en 2016, tasa que supera las de Asia, África y el promedio mundial (6 por ciento), al respecto Berdegué llamó a enfrentar todas las formas de la malnutrición fomentando sistemas alimentarios saludables que pongan énfasis en los más pobres, quienes ya gastan la mayor parte de sus ingresos en comida, y tienen muchas dificultades para acceder a alimentos sanos y nutritivos.
La Vía Campesina es un movimiento internacional de trabajadores rurales, organizaciones campesinas, indígenas y pescadores. Desde su creación, hace 24 años, denuncia las consecuencias de la agricultura industrial (de empresas transgénicas y de agrotóxicos). Sus posicionamientos siempre remarcaron que el hambre no se debe a un problema de falta de comida o producción, sino a la injusta distribución de los alimentos, agravadas por el modelo en manos de pocas empresas, consigna Resumen.cl.
“Hoy existen más personas en el mundo padeciendo hambre que en cualquier otro momento de la historia. A su vez, el Banco Mundial recomienda cada vez más programas asistencialistas, compensatorios, focalizados, productivistas, privatizadores y de liberalización de mercado. Y cada vez más los gobiernos, muchas veces hermanados con el sector privado nacional y transnacional, se esfuerzan por implementar estos programas. El resultado ha sido más hambre y más pobreza en el campo y en la ciudad”, explicó la Vía Campesina en su VI Conferencia, realizada en Yakarta (Indonesia).
La Vía Campesina llamó a combatir las causas estructurales del hambre y la pobreza. Entre ellos: los gobiernos y organismos internacionales deben garantizar la alimentación de todos los seres humanos, donde los alimentos no sean una mercancía; asegurar el acceso campesino e indígena a la tierra, el agua y las semillas nativas; implementar una reforma agraria integral, impedir el control privado y extranjero de los recursos naturales; garantizar la producción campesina e indígena de alimentos (proveyendo los recursos económicos y técnicos que aseguren la producción desde el sector), implementar programas de adquisición pública de alimentos en todos los niveles de gobierno. Y recordaron un principio tan básico como olvidado por los gobiernos: “La alimentación no puede ser condicionada por las fuerzas del mercado”.
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