En entrevista para Canal 13, la futuro Ministra del Interior, Izkia Siches, tocó algunos temas que deberá abordar en su nuevo cargo como encargada del orden público dando algunas pinceladas de la continuidad que seguiría el nuevo gobierno respecto al tema “Araucanía”, la deportación de personas, su postura contra las movilizaciones sociales, así como la igualación de la acción de agentes del estado respecto a las víctimas del estallido social.
Partiendo por señalar que su rol será el de cuidar tanto a Boric como a sus pares, Siches afirmó que su sello sería el de uno hacia “un rol mucho más de cuidado. Mi rol sanitario habitualmente ha estado enfocado hacia allá” asegurando de paso que cada partido en el gobierno será tratado como igual y sin privilegios.
Pasando a tomas que no dejaron de llamar la atención, Siches fue clara a descartar que el gobierno tuviera una línea política clara al señalar que el gobierno de Boric “es un Gobierno ciudadano (…) Si es socialdemócrata, centro-izquierda o centro-derecha, eso se lo podemos dejar a los politólogos“.
Sobre el tema “Araucanía” Siches repitió lo escuchado tantas veces durante todos los gobiernos pasados en cuanto a llamar a un dialogo, esto dentro del contexto del nuevo llamado de los empresarios camioneros a mantener el estado de excepción que ha recrudecido la ya existente militarización de la zona, a los cuales buscó calmar señalando que: “Tenemos claro que hay un problema de fondo que es territorial de reconocimiento, pero también un fenómeno de violencia que ha dejado víctimas mapuche y no mapuche” (…) “voy a tener el deber de garantizar que efectivamente no tengamos más víctimas, no tengamos más baleos a camioneros y no sigamos viendo hechos de violencia” y repitió “Queremos apostar e invitar a todos los actores, incluyendo a víctimas, personas de primeras naciones y a todos los pueblos originarios y empresarios a darnos una oportunidad de buscar una solución hacia la paz y eso requiere innovar y tener voluntad de diálogo”.
Si bien la futura ministra del interior se apuntó a la existencia de grupos civiles no mapuche interesados en que el conflicto se mantenga por que de ello obtienen beneficios apuntó a la necesidad de “personas que nos permitan ir resolviendo localmente y avanzar en esa línea” y de la voluntad de la derecha y maderederos.
Lo más controversial han sido sus declaraciones dentro del contexto del estallido social sobre lo cual partió pidiendo, al igual que el régimen de Piñera, a los movimientos sociales terminar con sus movilizaciones en la denominada zona cero o de plaza dignidad con una clara amenaza a mantener el orden público criminalizando formas de protestas “el daño al orden público, el orden a los inmuebles y lo que ha pasado con las Pymes en la zona cero es algo que me preocupa y quiero vivir en un país más ordenado que avanza con claridad pero sin duda sin dejar que los desmanes gobiernen nuestro país”.
“Algo que es clave es la empatía, nadie quiere tener una protesta en la puerta de su casa, y esa empatía es la que yo espero de los movimientos sociales que reivindican demandas que son justas y necesarias, para las que estamos trabajando incansablemente, pero eso va a requerir mantener el orden público“.
Pero el tema no quedó ahí y la futura ministra incluso tuvo palabras para igualar las conductas de los violadores de derechos humanos a las de los civiles que protestaron en aquellas históricas jornadas, cuyos procesos judiciales avanzan lento y con pocos resultados para hacer justicia contra los uniformados responsables e incluso se han dado denuncias al proyecto de indulto el cual habría sido totalmente podado y abierto para incluir a victimarios: “el estallido social abrió muchas oportunidades y fue muy doloroso. Tuvimos muchas víctimas tanto policiales como civiles, pero también abrió puertas como la nueva Convención Constitucional. Hoy estamos empezando a transitar en un gobierno que va en la línea de esas transformaciones”.
En respaldo a lo anterior y continuando con lo señalado en el régimen de Piñera dijo sobre los posibles indultados advirtió: “si avanzamos en un proceso como éste, tampoco es para decirles a las personas que se están manifestando de que acá hay chipe libre”.
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