No puedo evitar decir que me parece preocupante que haya tanta gente que le acomode o quiera activamente que llegue la extrema derecha al poder.
Si gana, la gente que pertenece a grupos discriminados o históricamente excluidos tendrá un miedo real de que se apliquen políticas públicas en su contra o derechamente ser perseguidos.
También, abiertamente el programa del candidato del sector propone a detener a los agitadores radicalizados en lugares clandestinos. Muy probablemente con esto no se refiera a líderes de guerrillas imaginarias, sino que seguramente signifique la persecución de personas que defiendan ideas distintas al gobierno o que sostengan demandas sociales como las que se han levantado hace años en este país. Gente cercana puede ser víctima de injusticias o incluso agresiones directas. Gente que ustedes conocen puede desaparecer.
Pero incluso si lo anterior les parece tolerable, consideren que existen riesgos que van a afectar incluso a la gente que prefiere mantenerse al margen y “seguir trabajando igual”, ya que además el programa contempla facilitar aún más el despido, profundiza el sistema de las AFPs y aumenta la cotización del trabajador, y literalmente establece un impuesto a la renta para quienes ganen menos ingresos. Además, no contempla cambios en el acceso a la vivienda y precariza aún más la salud pública, buscando flexibilizar la mano de obra de este sector.
Tampoco es probable que se disminuya efectivamente la delincuencia y el narcotráfico, sólo buscándose ampliar las atribuciones de policía y militares, sin proponer medidas de cambio estructural o que trate las causas del problema.
En definitiva, me preocupa lo que nos pueda pasar, y la sociedad que se irá construyendo, porque vamos a avanzar por un camino que traerá opresión para miles de personas, y además es un camino que no traerá mayor bienestar para la población que prefiere el orden y mirar para otro lado. A menos que ya tengas la vida asegurada, claro.
Aquiles Carrasco Navas
Abogado