Una investigación llevada a cabo por el Colegio Médico a causa de la denuncia pública que hicieran carabineros contra un médico del Hospital de Melipilla por supuestamente no haberlos querido atender, y que el oficialismo y el régimen representado por Gonzalo Blumel respaldó, “no se ajusta a la verdad” exigiendo en base a la evidencia recabada sobre los sucedido que lo que corresponde es que desde el ejecutivo ofrezcan disculpas públicas por las falsas acusaciones.
Corría el día 18 de junio cuando por varios medios comenzó a circular la denuncia de parte de miembros de la policia militarizada en contra de un funcionario del Hospital San José por una supuesta negativa de atención aludida por la sargento segundo Irene Aravena, el sargento segundo Sammy Alvarado y la funcionaria Marilyn Riquelme cuando éstas se hicieron presente en el recinto de salud exigiendo que se les atendiera con preferencia por supuestamente presentar síntomas de coronavirus.
El hecho incluso llegó hasta la fiscalía en donde aseguraron que quien estaba en ese momento a cargo de urgencia en el Hospital les dijo “yo no atiendo pacos”.
Además el asunto escaló hasta las autoridades del régimen quienes incluso de forma pública apoyaron nuevamente y sin ninguna investigación previa, a los uniformados, llegando el propio ministro del interior, Gonzalo Blumel, a decir que era “absolutamente inaceptable, es una traición al juramento médico de proteger la salud de las personas. Proteger la salud de todas las personas, sean civiles o sea carabineros, es un acto de discriminación inaceptable, es un hecho absolutamente repudiable“.
Lo anterior dio pie a que en redes sociales perfiles asociados a la extrema derecha difundieran datos personales del médico apuntado como quien se negó a atender a los uniformados, sufriendo un fuerte acoso e incluso amenazas de muerte por un acto hasta ese momento no investigados.
La actitud de los carabineros y la del régimen fue duramente criticada por basarse solo en dichos desconociendo los informado desde el propio recinto de salud público que señaló que en realidad se le indicó a los uniformados que siguieran al pie de la letra los procedimientos establecidos para la atención.
Lo anterior fue ahora respaldado por una investigación realizada por el Colmed que recabando los datos de los sucedido entregando las conclusiones en una declaración pública que deja en evidencia el actuar de mala fe de la institución policial y el propio régimen que la respaldó ciegamente ya que “de acuerdo con los antecedentes que, responsablemente, hemos podido recabar, hemos llegado a la convicción de que tales acusaciones no se ajustan a la verdad”, junto a ello pidieron “otorgar máxima celeridad al sumario administrativo que se ha ordenado instruir para investigar estos hechos, cuyo avance, hasta la fecha, ha sido nulo” y emplazaron a las autoridades del régimen, y en especial a Blumel, a que se “ofrezca excusas públicas al médico afectado y a toda la comunidad del Hospital de Melipilla, pues sus declaraciones irresponsables, sin tener antecedentes fidedignos de los hechos, provocaron el linchamiento público del médico y del personal de salud del hospital, poniendo en peligro sus vidas e integridad física, y la de sus familias“.