La cuarentena es innegable para frenar la expansión del coronavirus, y esta medida se debe a que un 4% de la población enfermará y necesitará atención hospitalaria, lo cual haría colapsar al sistema de salud, siendo incapaz de poder atender a todos los enfermos graves, al mismo tiempo.
La comendación, entonces, es distancia social y no salir de la casa. Ahora, la pregunta que surge aquí es ¿Pueden las familias chilenas no salir a trabajar y hacer una cuarentena efectiva? En un informe de CIPER, el economista Marco Kremerman de Fundación Sol, señala para la mayoría de los trabajadores será difícil o imposible, si no cuentan con algún soporte económico del Estado, agregando que “muchas personas, desde el día uno, van a tener problemas importantes, pues necesitan generar recursos diarios para poder costear las necesidades básicas y llegar a fin de mes”.
¿Qué pasa con el Estado de Chile?
Ha sido evidente como en Chile la preocupación pareciera no apunta al cuidado de las personas, pues no se han frenar las labores económicas, aun cuando se sabe que en otros países esta acción ha sido una de las medidas de mayor efectividad para reducir nuevos contagios en lo que al COVID-19 respecta.
En abogado laboralista y académico de la Universidad Diego Portales, José Ugarte, señala al respecto “el otro día apareció la ministra de Trabajo casi rogando a los empleadores, pidiéndoles voluntad. Esa es la muestra de un Estado impotente. La crisis tiene algo positivo, nos muestra las diferencias que tenemos con modelos de Estado que reaccionan mejor frente a la misma crisis”. Agregando que “nosotros vemos con una suerte de envidia medidas como la fijación de precios o el cierre de locales. Lo que pasa en Chile es muestra de la impotencia de un Estado que no puede hacer nada y te dice, usted vea con su empleador si es que puede” (Diario UChile, 2020)
¿Qué pueden hacer los trabajadores ante condiciones que pondrían poner en riesgo a su salud?
que el artículo 184 bis del Código del Trabajo protege a los trabajadores que, ante condiciones que pondrían poner en riesgo a su salud, decidan abandonar sus labores, sin necesidad de que el Gobierno entregue una declaración respecto al riesgo. Además, agrega “cualquier juez en Chile va a considerar a esta fecha, con alcaldes ordenando el cierre de establecimientos comerciales, que la ausencia está completamente justificada y tiene que ver con el contexto social que estamos viviendo. La ley no exige una declaración formal, se tiene que revisar en el contexto en el caso a caso”. Esto solo deja en evidencia las medidas a las que hay que llegar en materia de legislación laboral en Chile.
¿Qué pasa con los trabajadores que no cuentan con protección mínima?
En Chile 3 millones 600 mil personas, no cuentan con protección mínima adecuada, vale decir: no tienen un contrato de trabajo. Estas personas son en su mayoría independientes que trabaja en condiciones precarias y con ingresos muy bajos y también trabajadores dependientes (pero sin contrato), situación que se ve en la construcción o el servicio doméstico. Es en este contexto donde surgen inquietantes preguntas, sobre cómo lo harán para comer, para pagar cuentas y llegar a fin de mes, considerando que no cuentan con ningún grado de protección en caso de que exista un decreto que llame a no salir de los hogares y muy pocos podrán realizar trabajo desde la casa. Cuando se habla de esta población en su mayoría son personas con trabajos de pocas horas o menos horas de las que necesitarían trabajar.
Pero, tener contrato no es garantía de nada.
Existe otro gran grupo e la población vulnerable, y es el que recibe salarios bajos, donde incluso una gran mayoría puede tener contrato. Las cifras son preocupantes, indican que la mitad de los trabajadores y trabajadoras gana menos de $400 mil líquidos; y el 70% gana menos de $550 mil líquidos. Es alarmante esta cifra $550 mil hoy en Chile es un valor muy exiguo en términos del costo de vida. Que el 70% de los trabajadores y trabajadoras reciba eso muestra la alta vulnerabilidad, aun cuando gran parte de ellos está trabajando jornada completa (Ciper, 2020).
Teletrabajo
También Ugarte habló sobre el estilo de teletrabajo solicitado ante la crisis, el cual solo implica un cambio de lugar de labores, sin diferencias en las actividades consignadas en el contrato de trabajo, para el consiste en una situación particular y que nada tiene que ver con el proyecto de teletrabajo impulsado por el Gobierno de Piñera, el cual solo busca aumentar aún más el sistema de precarización laboral.