La Corte de Apelaciones de Santiago condenó a los agentes de la extinta policia secreta de Pinochet, la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), Pedro Espinoza Bravo, Miguel Krassnoff Martchenko y Rolf Wenderoth Pozo a 10 años y un día de presidio, por su responsabilidad en el delito de secuestro calificado del estudiante de Radio y TV, y militante del MIR, Humberto Cerda Aparicio, crimen de lesa humanidad cometido a partir de febrero de 1975.
Consigna el Pjud que por el fallo unánime (causa rol 1.016-2018), la Novena Sala del tribunal de alzada –integrada por las ministras Adelita Ravanales, Paola Robinovich y la abogada (i) Paola Herrera– elevó la pena de 5 años y un día que había establecido en la causa el ministro en visita Mario Carroza contra los tres criminales de la dictadura cívico-militar.
En la etapa de investigación, el ministro Carroza logró establecer que alrededor de las 8 horas del 10 de febrero de 1975, “Humberto Patricio Cerda Aparicio, de 20 años de edad, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), estudiante de radio y televisión del Instituto de Electrónica ‘Gamma’, es privado de libertad en la vía pública por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), cuando se trasladaba desde el instituto a su domicilio, sin que existiese orden emanada de autoridad legítima y competente que la justificase, y trasladado hasta el recinto de Villa Grimaldi o Cuartel Terranova, centro de encierro y tortura de este organismo de inteligencia, donde se le mantuvo privado de libertad sin derecho ni orden legal, que lo justificase, encierro que pudo comprobarse por declaraciones de testigos que no solo le vieron o supieron de su existencia en el lugar, sino que también lograron comunicarse con él en el cautiverio, ignorándose desde fines de febrero su paradero, así como la suerte que haya corrido tanto física como psíquicamente, sin tener noticias de él ni tampoco documento en que conste su defunción”.
Por su parte Memoria Viva señala que la madre del joven desaparecido expuso la situación ante la Comisión Internacional de Juristas. El hecho se dio en 1977 y que dirigiéndose a este organismo explicó: “Mi hijo fue detenido en las inmediaciones del Instituto Gama donde estudiaba, en calle República a una cuadra de la Alameda, por agentes de civil. Hace dos años que sólo hemos obtenido respuestas negativas de las autoridades de Gobierno”. Agregó, “hemos presentado diversas acciones ante los Tribunales chilenos. La actitud de estos nos ha dejado en completa indefensión. La situación de Patricio fue expuesta ante la Cruz Roja Internacional junto a otras 16 personas. La Sra. María Aparicio dirige una carta al Obispo de Chillán, Monseñor Francisco Cox en agosto de 1978, solicitándole incluya a su hijo en la presentación que la Iglesia haría al Gobierno después que el Ministro del Interior expresara su público compromiso de explorar “cualquier camino serio para dar con los desaparecidos”, presentación que se hizo y que no tuvo respuesta de las autoridades.