Era el 24 de octubre y aún se mantenían los estados de emergencia en varias zonas del país decretados por el gobierno y vigentes los toque de queda ordenados por los militares a cargo de dichas zonas en estado de excepción constitucional, cuando en mercado público apareció una licitación de parte del ejercito para adquirir cervezas por más de nueve millones de pesos para, decía la institución, suministro del Club Militar de suboficiales.
Para “Suministro de cervezas para el Club Militar de Suboficiales del Ejército“, fue publicada en el portal del Mercado Público, una licitación a nombre de Bienestar Social del Ejército el 24 de octubre ( ID Licitación: 838104-11-LE19 ) para adquirir cervezas por un total de $9.520.000 pesos las cuales irían para un complejo que “posee variedad de salones para realizar todo tipo de eventos, como matrimonios, seminarios, reuniones, conferencias, almuerzos, cenas, cumpleaños, bautizos, etc”
La licitación que fue autorizada el 22 de octubre por el jefe del Club Militar de Suboficiales del Ejército, el teniente coronel Eduardo Cruz Ibáñez. señala que “el Comando de Bienestar del Ejército (COB), en su calidad de Servicio de Bienestar Social, tiene por finalidad proporcionar al personal de la Institución las prestaciones que tiendan a promover una adecuada calidad de vida que contribuya a su bienestar y al de sus familias”.
Dato interesante de dicha licitación es que desde que fue creada el 7 de octubre, fue guardada y revisada en varias ocasiones, 4 el mismo 24 de octubre, hasta ser publicada finalmente a eso de las 14:00 horas, en medio de la fuerte represión a la que era sometida la población, sin importar si se manifestaba o no.
Sobre el tema el ejercito respondió con un comunicado en que señalaban que “las licitaciones que se realizan por parte del Ejército, obedecen a un proceso programado con antelación. Asimismo, y en particular las licitaciones de los clubes militares responden al sistema recreacional de la Institución, cuyas compras se financian a través de los propios socios, sin recursos fiscales y corresponden en este caso, a aquellas para el funcionamiento de la instalación recreacional para los meses de noviembre 2019 a marzo de 2020″.
Y agrega “De igual forma, aun cuando exista un Estado de Excepción Constiticional, los actos administrativos no tienen impedimento de continuar con su trámite habitual”
