Fue la Corte de Apelaciones de Santiago la que confirmó la condena a tres agentes de la DINA; Miguel Krassnoff Martchenko , Teresa del Carmen Osorio Navarro y Rodolfo Valentino Concha Rodríguez, como autores del homicidio calificado del máximo dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez Espinosa, en 1974.
En forma unánime (causa rol 1015-2018), los ministros de la séptima sala de la Corte de Apelaciones de Santiago; Alejandro Rivera, Bárbara Quintana y José Pérez Anker, confirmaron la sentencia que condenó a los agentes de la DINA, y violadores de los Derechos Humanos durante la dictadura cívico-militar, Miguel Krassnoff Martchenko a la pena de 10 años y un día, en calidad de autor del delito; y elevó a 5 años y un día de presidio efectivo, la pena de Teresa del Carmen Osorio Navarro y Rodolfo Valentino Concha Rodríguez, al modificar su participación penal de cómplices a autores.
Sobre los hechos acreditados por el ministro Mario Carroza, consta que;
“El día 5 de octubre de 1974, cuando Miguel Enríquez Espinosa se encontraba en la vivienda que era utilizada como casa de seguridad dada su condición de clandestinidad, en la calle Santa Fe N° 725, en la comuna de San Miguel, junto a su pareja Carmen Castillo Echeverría y otros dos integrantes del MIR, José Bordas Paz y Humberto Sotomayor Salas, cerca de las 13:00 horas, agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), sin contar con un respaldo justificativo, se apersonaron en el lugar, lo acordonaron y desplegaron un numeroso contingente de dicha organización y de Carabineros en toda la manzana, toda vez que seguimientos le permitieron ubicar el domicilio donde residía Enríquez temporalmente, y sin exhortarlos previamente a entregarse para ser detenidos, iniciaron una ofensiva armada contra los moradores del inmueble, que lleva a éstos a responder desde el interior, aunque en el curso de la refriega se percatan de la imposibilidad de hacerles frente, debido al número de agentes que utilizaban los servicios de seguridad y al poderío de las armas empleadas, y resuelven huir por las techumbres de las casas colindantes, cuestión que logran Sotomayor Salas y Bordas Paz, pero no así Enríquez Espinosa, quien es herido e intenta previamente, antes de tomar la misma decisión, asegurar la suerte de su compañera Carmen Castillo Echeverría, quien se encontraba embarazada y herida, pero luego cuando lo hace es sorprendido por los agentes que se encontraban cubriendo la calle lateral, quienes le disparan y es abatido en el patio de un inmueble vecino”.
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