El gobierno de Sebastián Piñera ya envío la reforma al sistema de salud al parlamento y no fueron pocos los puntos que ya dan cuenta de la lógica mercantilista y de beneficio al sector privado que dicha iniciativa contiene, destacando la gran cantidad de gasto fiscal destinado a las Isapres en desmedro de FONASA.
En efecto, el sistema de “reforma integral al sistema de salud” consta de dos partes, una que ingresada al Senado y que corresponde a las isapres, y otra que fue ingresada a la Cámara de Diputados, que se trata a Fonasa.
Sobre ambas, la primera polémica a la última de las denominadas reformas estructurales del Gobierno de Chile Vamos, fue producto de una frase en el medio Emol de parte de Gonzalo Blumel, Ministre de Segpres, quien dijo que “El de isapres tiene un informe financiero que da cuenta del gasto fiscal del orden de $70 mil millones y en el caso de Fonasa, de $1.000 millones“.
Es decir, los recurso destinados a Fonasa, que atiende al 80% de la población, son 287 veces menores a los destinados a las Isapres, que solo atienden al 20%, a lo que la Fundación Seamos Salud agrego que “luego de una aclaración del mismo gobierno, se explica que esos recursos no vendrían solamente del fisco, sino que del mismo FONASA” .
Otro de los puntos que la misma entidad criticó de la reforma de Piñera fue sobre lo que el usuario estaría pagando cuando haga pago de su plan de salud señalando sobre el proyecto ingresado al Senado que “confirma que es un cuerpo legal hecho a la medida de las instituciones privadas y en desmedro de los pacientes: no sólo serán los usuarios quienes compensen las pérdidas por “no discriminar” de las ISAPRE, sino que esta ausencia de discriminación no es tal, existiendo incluso un apartado legal que permite obtener TODA la información médica para determinar a cuál “esquema de compensación” pertenece cada paciente con el objetivo de asignar su tarifa de plan (es decir, discriminando aún).”