Mediante un comunicado fue que el Papa Francisco I dio a conocer su decisión de expulsar del sacerdocio al ex párroco de El Bosque, Fernando Karadima, quien fuera acusado de pederastia por más de 50 años en la más absoluta impunidad gracias a sus vínculos con la altas cúpulas de la Iglesia Católica y por la defensa férrea por parte de sectores políticos y grupos acomodados de la sociedad.
“Ha dimitido del estado clerical a Fernando Karadima Fariña, de la Archidiócesis de Santiago de Chile”, señala el comunicado firmado el 27 de Septiembre motivado por los abusos sexuales a menores de edad que perpetró el ahora ex sacerdote Karadima.
“El Santo Padre ha tomado esta decisión excepcional en conciencia y por el bien de la Iglesia”, aclara la misiva.
Además el comunicado señala que “el Santo Padre ha ejercido su potestad ordinaria, que es suprema, plena, inmediata y universal en la Iglesia” (Código de Derecho Canónico, canon 331), consciente de su servicio al pueblo de Dios como sucesor de San Pedro”.
Cabe recordar que ésta decisión llega ocho años después de que estallaran las primeras denuncias por pedofilia en contra del sacerdote Fernando Karadima, denuncias que terminaron en nada penalmente pues con fecha de 14 de noviembre de 2011 se determinó el sobreseimiento definitivo del caso, firmado por Jessica González Troncoso, referido a las diversas acusaciones presentadas, declaradas “prescritas”.
A las denuncias en contra de él también se suman las hechas en contra de su denominado círculo de hierro, que ya ha tenido como consecuencias la caída del Obispo de Talca Horacio Valenzuela y el de Osorno Juan Barros así como fuertes cuestionamientos a su símil de Linares, Tomislav Koljatic.
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Respecto a la investigación canónica, fue en 2011 que se le declaró culpable de abusos sexuales contra menores de edad con uso de violencia y abuso de sus potestad eclesiástica siendo confinando a una vida de oración y penitencia.
Dicha medida la lleva a cabo en el Hogar San José, de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, en la comuna de Lo Barnechea, la que era pagada con dineros del Arzobispado de Santiago, medida que desde ahora queda sin efecto pudiendo el pederasta Fernando Karadima volver a la calle libremente pues sus delitos están prescritos y solo tiene ahora el impedimento de realizar misa.
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