Fue una declaración prestada ante la Fiscalía la que destapó el increíble hecho de que sería desde 1989 que se realizan los abultamientos a las nóminas de pago de carabineros para desviar fondos públicos a bolsillos de uniformados así como también los métodos para entregar asignaciones y agrandar los sueldos de altos oficiales en lo que ya es un fraude institucional que ha sobrepasado todo límite.
La declaración la prestó El Mayor de Carabineros, Nelson Valenzuela Aravena, informático quien hoy se encuentra en el centro de detención Pudahuel Norte y que detalló como durante décadas se han dado distintas formulas para lo que ya es un megafraude institucionalizado.
Parte de la declaración publicada por el Motrador señala los traspasos que se hicieron a Hugo Zúñiga, funcionario de la DIPRES.
“En el año 1996, el mando de la dirección de finanzas a cargo del general Jorge Contreras Mella, coronel Julio de Bernardi Reyes y el capitán Javier Leiva Vallejos, gestionaron mi traslado al Departamento de Finanzas sección Presupuesto. En esa instancia se desarrolló con los mandos anteriormente comentados el Sistema de Presupuesto por Programa. Posteriormente ya puesto en marcha, me percaté que el señor Hugo Zúñiga de la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, se le pagaba como asesor de la Dirección de Finanzas mediante boletas de honorarios, pero esto estaba oculto, de hecho en la relación de pagos aparecía como XXX, lo que posteriormente ratifiqué y presencié en varias ocasiones, que el coronel Julio de Bernardi le cancelaba con un sobre los dineros en su oficina”.
“En el año 1997 fui trasladado a la Sección de Ejecución Presupuestaria dependiente del Departamento de finanzas y luego de perfeccionar algunos controles anexos al sistema de contabilidad existente, me percaté que existían pagos dobles sin respaldo. A lo cual di cuenta a mi jefe directo, comandante Juan Calderón Anacona, este lo representó a los mandos, específicamente al Director de Finanzas de la época, trayendo como consecuencia su traslado a la ciudad de Puerto Montt, quedando en evidencia que aquí no ha pasado nada”.
Valenzuela ya en 1998 fue trasladado a concepción donde relata “me tocó, entre otras cosas, coordinar el ascenso de mi coronel Vidal, el cual fue pagado con dineros fiscales, correspondientes al ‘rancho fiscal’. Personal que trabajaba al alero de él manifestó que fue una coronación, por el tipo de ceremonia y la cantidad de invitados que participó”
Ya en 1999 Valenzuela fue enviado al Departamento III Tesorería, cargo del entonces coronel Jorge Latrille. sobre el lugar declaró, “a este departamento le llamaban la ‘huesera’, era una unidad de castigo por parte de los jefes de la Dirección de Finanzas. Pero paulatinamente, los oficiales que llegaban como jefes de esta repartición eran ‘bendecidos’ porque podían sustraer fondos”. “esto lo realizaban a través de la Renovación de Cobros (…) Quienes trabajaban en esa repartición y sustraían dineros bajo estos métodos eran los coroneles Latrille Niembro, Sarabia Lagreze. Los comandantes P. González, Pizarro Konga y Prudant Dogma. Todo esto se gestionaba a través del estafeta de dicho departamento, cabo 2º Óscar Olivos, quien y con sus contactos en el BancoEstado lograba cambiar cheques nominativos de los oficiales antes mencionados para su posterior entrega y distribución en dinero efectivo”. “En los años 2003 y 2004, en el Departamento III de Tesorería, se realizaba fraude a través del sobreprecio mediante facturas ilícitas, esto lo hacía el coronel Cruces a través del proveedor Rodrigo Vásquez. También inicia la puesta en marcha del sistema integrado de remuneraciones, que después de una revisión nos percatamos que dicha aplicación presentaba fallas”
En 2006 “el coronel [Arnoldo] Riveros me indicó que iban a hacer una salida de plata por el artículo 6to., que ya estaba todo coordinado y que lo acompañara al banco a cobrar el cheque correspondiente”.Agrega a su testimonio “esta gestión se canalizó por el mando del Depto. I Finanzas avalado por el general Pizarro Konga y materializado por el Jefe del Departamento Tesorería pero no recuerdo si en ese era Sáez o Vera, en conjunto con el Jefe de la Sección Tesorería capitán Pedro Valenzuela San Martín, quienes firmaron este cheque de cobro, a nombre de Arnoldo Riveros Geldres para su cobro,”
Respecto a la manera en como se hacían los cobros “yo acompañé en la camioneta fiscal Opel combo de color azul, acompañado con el chofer del departamento III de Tesorería al comandante Arnoldo Riveros al BancoEstado, bajamos al subterráneo de dicho BancoEstado, donde se hizo efectivo el cobro de este cheque en dinero en efectivo, no recuerdo bien si el monto era entre $600.000.000 o $1.200.000.000, dichos fondos posteriormente fueron llevados al gabinete del director de Finanzas general Julio Pizarro Konga, por su puerta trasera, en conjunto con el coronel Arnoldo Riveros y yo, al abrir la puerta en su interior se encontraba el coronel Fernando Pérez y el director de Finanzas general Julio Pizarro Konga, alrededor de las 14:00 horas, se dejaron las maletas y, posteriormente, la distribución llegó en dinero en efectivo a todos los participantes, por un monto cercano entre los 30 y los 50 millones de pesos cada uno, el capitán Pedro Valenzuela también recibió de este hecho ilícito, sí, doy fe que el comprobante con que se giró este cheque llámese egreso, lo firmó el abogado Juan Badilla Drago, los dineros provienen de las cuentas de resto corriente y gasto en personal, la sucursal en la que cobramos el cheque, es la central”
Ese mismo año ante los indicios de que el sistema se les taba escapando de control sugirió blindar el sistema integrado de remuneraciones fijando un tope de $2 millones de pesos
También señala´que juntos con la sustracción de dineros por medio del artículo 6° lo hacían a través de DIPRECA gracias a las “Licencia Pre-posnatal y artículo 19 de la Ley Orgánica de Carabineros.”
Sobre otras formas de inflar sueldos de miembros de carabineros de Chile menciona pagos irregulares de especialidades, horas extraordinarias en el hospital de Carabineros las cuales en los hechos eran imposibles de practicar, sumando pensiones de invalidez a generales activos y oficiales que trabajaban y traslados a zonas extremas de privilegios.
Termina de redondear alguno de los métodos para defraudar utilizados señalando que por ejemplo las asignaciones por vuelos otorgadas a Directores Generales son en su mayoría falsas lo cual se puede fácilmente comprobar “ya que, en una sola resolución de pago de asignación de vuelo, figuran 20 personas beneficiadas, y resulta que no existe ninguna aeronave policial con una capacidad de esa cantidad de pasajeros.”