Como poco “austeros” fueron catalogados, por una carta enviada por el comité de auditores al Consejo de Asignaciones (Crap), los gastos que realizan normalmente los parlamentarios de dineros públicos en alcohol, taxi, bencina y propinas, los cuales “llamaron la atención” del organismos por ser dineros que reembolsa la corporación a los legisladores.
Señala al respecto La Tercera que: Según el escrito enviado al presidente del Crap, Sergio Páez, en cuyo contenido no se detallan los nombres ni la cantidad de parlamentarios fiscalizados, el comité se encontraba haciendo una auditoría a la asignación Gastos Operacionales, prevista en el plan anual 2017. Y con el fin de esclarecer si algunas situaciones detectadas en la revisión se encuentran conforme a la normativa vigente, los auditores -constituidos en un comité compuesto por cinco fiscalizadores que operan permanentemente en el Congreso- solicitaron un pronunciamiento de parte del órgano resolutivo.
La misiva expone que: “El comité estima conveniente poner en conocimiento del Consejo Resolutivo que en la auditoría se han advertido gastos que no parecen enmarcarse en los criterios de prudencia y austeridad que deben orientar el uso de asignaciones”.
Así respecto a la rendición de gastos por alimentos que se reembolsan señala la carta que “Se ha detectado la inclusión de consumo de alcohol en las rendiciones. En concepto del comité, el alcohol no puede considerarse alimento, al no constar de nutrientes para el organismo”, y agrega “Se requiere una interpretación vinculante de parte del consejo” además señala que espera que el Consejo regule los reembolsos de propina, “dado que suele incluirse en las rendiciones” -se señala en la carta-, esperando que se establezca, además, un monto máximo, citando el 10% consagrado como sugerencia a los consumidores en la ley.
Otra situación similar se da en los traslados “Tal es el caso de comprobantes de taxi por valores superiores a $ 100 mil, sin mayor especificación de los tramos recorridos. También la utilización del mismo medio de transporte para desplazarse entre Santiago y Valparaíso”.
Otra de las situaciones revisadas fueron en el caso del alojamiento. “Para el caso de alojamiento se comprobaron pagos por montos superiores a $ 1 millón, sin información relativa al usuario o detalle del servicio”, dice.
Y también se cuestionaron las gastos del item combustible, donde el comité también pide al Crap profundizar en la regularización. Esto, porque, según se explica en la carta, “tratándose de combustible, la rendición de montos superiores a $ 3 millones en el mes implicaría un kilometraje recorrido difícilmente posible de materializar”.
El mismo medio señaló que si bien intentó obtener la lista de los parlamentarios auditados que incurrieron en estos excesivos gastos de fondos públicos, se les informó por parte del Congreso que esa nómina aún no es pública