En Abril comienzó a regir la Ley 20.940 o más conocida como Reforma Laboral, y si bien los medios que sirven a los poderosos han resaltado que ésta permitiría a los trabajadores descansar tres días y trabajar cuatro, han ocultado sin embargo las reales condiciones en las cuales ésto se podría dar.
Lo anterior se da porque de la lectura de la norma se pueden concluir, primero, que se deben dar ciertos requisitos para poder pactar una jornada de trabajo semanal más corta y segundo, la jornada diaria de trabajo quedaría de una extensión que roza con la esclavitud.
Respecto a los requisitos el nuevo artículo 374 del Código del Trabajo establece que para acceder a ésta condición especial de trabajo debe existir uno o más sindicatos cuya afiliación alcance a lo menos un 30% de los trabajadores de esa empresa, éstos pactos serán aplicables a los trabajadores representados por el o los sindicatos y a aquellos trabajadores no afiliados que lo soliciten expresamente por escrito, por último se señala que éstos pactos no pueden durar más de tres años.
Respecto a la jornada de trabajo semanal en sí, el nuevo artículo 375 señala:
Artículo 375.- Pactos sobre distribución de jornada de trabajo semanal. Las partes podrán acordar que la jornada ordinaria semanal de trabajo se distribuya en cuatro días. En cualquier caso, la jornada no podrá exceder de doce horas diarias de trabajo efectivo, incluidas la jornada ordinaria, extraordinaria y los descansos. Si la jornada de trabajo supera las diez horas, deberá acordarse una hora de descanso imputable a ella.
De lo anterior se lee que lo que los titulares han mostrado como una buena noticia para los trabajadores esconde las verdaderas condiciones a las cuales se debe someter quien acceda a dicha jornada semanal, y no es otra que trabajar doce horas diarias por cuatro días para poder descansar los otros tres, una jornada diaria en extremo larga si consideramos que ya las ocho horas diarias impiden en muchos casos a los trabajadores mantener una vida familiar sana e incluso una vida para ellos mismos. A todas luces 12 horas diarias significan renunciar a cualquier otra actividad de ocio fuera del horario de trabajo.
Lo que señalamos no nos parece algo nuevo, la Reforma Laboral de éste gobierno no por nada recibió por parte de los trabajadores el nombre de “Reforma Patronal” y es que en todo ámbito fue un retroceso para los trabajadores y una victoria para los empresarios, pues les otorgó más herramientas para impedir la acción sindical y así evitar perder su posición de poder en lo que es la relación laboral al punto, como se ve en ésta situación, de permitirles con ciertos requisitos lograr jornadas laborales cada vez más largas y extenuantes.